En un mundo empresarial con un futuro que nadie puede predecir, la cultura organizacional juega un papel crucial en el éxito y sostenibilidad de las organizaciones. Especialmente para adaptarse a un mundo después de la pandemia, donde el avance de las nuevas tecnologías parecen haber acelerado, y al mundo laboral comienzan a ingresar nuevas generaciones que parecen tan distintas a la anterior. Una cultura organizacional flexible es esencial para adaptarse a estas transformaciones sociales y para mantenerse relevante y competitivo.
Por eso en éste blog entenderemos qué es lo llamado la cultura organizacional, las diferencias entre las diversas generaciones y cómo debe ser el proceso de cambio que las compañías necesitan para adaptarse no sólo a las nuevas generaciones, sino también seguir incluyendo a las más antiguas; y dejar de cometer el error de muchas compañías al dejar que estos cambios sucedan por inercia u ósmosis.
¿Qué es la Cultura Organizacional?
Este concepto que pareciera no tan fácil de ver, se define como el conjunto de normas, valores y acuerdos, tanto explícitos como tácitos, que guían el comportamiento diario de los líderes y de sus empleados. Estos acuerdos se traducen en una especie de “programación” que todos los miembros de la organización siguen, al aprenderlo a medida que pasa el tiempo. En el contexto organizacional, estos elementos se manifiestan en la forma de vestir, saludar, de hacer reuniones, de manejar el tiempo y de establecer relaciones, entre otros. La cultura organizacional es casi como algo “mágico” que aunque no se ve fácilmente y no es cuantificable, se siente, se practica y puede describirse.
La cultura organizacional de las compañías comparadas con la revolución industrial de hace 250 años ha cambiado considerablemente con el tiempo, influenciada en gran medida por la tecnología y los cambios que la sociedad va manifestando. Por ejemplo, la adopción de nuevas tecnologías ha sido un factor crucial en este cambio especialmente en los años 90 con la popularización de los computadores y del internet . Hoy en día es imposible imaginar una organización sin internet, sin videollamadas, o sin página web. Conceptos que hace solo 40 años parecerían de películas de ciencia ficción, cuando los líderes más senior de hoy aún llevaban un portafolio al hombro y hacían contabilidad con lápiz y papel.
Generaciones y Tecnología
Para percibir mejor porque la velocidad de cambio tecnológico, los últimos 20-25 años, ha habido más cambios tecnológicos que en los 100 años anteriores. Esto ha logrado no sólo que se transforme la dinámica diaria de las organizaciones, sino que ha afectado significativamente la visión del mundo de las nuevas generaciones. Es como si los niños de hoy llegaran al mundo con el “chip” adaptado a estas innovaciones tecnológicas, lo que algunos llaman el cerebro digital, haciendo que el abismo cultural entre las generaciones que comparten el día a día en el trabajo sea cada vez más grande.
Estas generaciones más recientes, como los millennials más jóvenes y los centennials, tienen una relación intrínseca con la tecnología. Para ellos, la tecnología no es una herramienta con la que trabajo o me conecto con el mundo exterior, sino que es parte integral de su vida; algo con la que siempre han tenido una relación estrecha. Su mente está acostumbrada a ser más dinámica, pueden procesar información más rápido, no necesitan estar frente a frente para formar relaciones de confianza, y su entendimiento del mundo nunca será un lugar inmenso o inalcanzable – el mundo entero está en su computador o a un par de horas de distancia.
Esto contrasta con las generaciones que crecieron sin internet, los baby boomers, la generación x y los millennials más senior. La adaptación a la tecnología fue posterior a su niñez y a la formación de lo que yo llamo el sistema operativo o la estructura mental base. El fundamento de sus valores, y la forma en la que operan y entienden el mundo es un poco más análoga. En otras palabras, son más pausados, más profundos, y requieren de conexiones humanas en vivo y en directo. Por lo que es normal que en algunos casos se les dificulte la adaptación a los cambios supersónicos de la tecnología actual, y de la sociedad en general.
La Necesidad de Adaptar la Cultura Organizacional
Debemos ir creando conciencia de que vivimos en un entorno VUCA, por sus siglas en inglés: Volatility, Uncertainty, Complexity, y Ambiguity, no para abrumarnos, sino para saber que debemos actuar. La volatilidad se refiere a la rapidez y magnitud de los cambios inesperados, la incertidumbre a la falta de información clara, la complejidad a la interconexión de múltiples factores, y la ambigüedad a la dificultad de interpretar situaciones de manera precisa.
Este entorno exige que las organizaciones y su gente se “reconfiguren” continuamente para ser más flexibles y resilientes a este entorno, y poder adaptarse más efectivamente a los cambios por venir. Es necesario entonces tomar las riendas de nuestras compañías y de nuestra gente, para entrenarlas en una mentalidad cada vez más ágil, a través de una cultura de aprendizaje continuo y de experimentación.
La típica visión de capacitar a la gente porque toca cumplir con las horas de capacitación, analizar docenas de opciones durante semanas para tomar una decisión y de planear por cinco meses un proyecto que tardará un par de años se ha quedado en el pasado.Las capacitaciones de las personas deben ser precisas e impactar exáctamente las habilidades que este entorno VUCA necesita, la toma de decisiones debe ser ágil entendiendo que el peor riesgo es no hacer nada, y los proyectos se convirtieron en experimentaciones para explorar si ese realmente es el nuevo camino para tomar.
Resistencia al Cambio
Y lo anterior es fundamental para identificar las necesidades de entrenamiento de las generaciones mayores que puedan ser más resistentes a los cambios. No porque no tengan el deseo de cambiar, ni porque sean tercos y crean que es mejor hacerlo como siempre se ha hecho. Sino porque su mente está configurada diferente. La forma de tomar decisiones, de hacer negocios y de entender el mundo, está programada con un algoritmo de un mundo que ya no existe.
Por eso, la transformación de la cultura organizacional, no sólo es para que las nuevas generaciones se adapten a las formas del mundo corporativo; sino también para que las generaciones que no nacieron en el mundo de hoy reconfiguren su mente para navegarlo con mayor facilidad y con menos resistencia. Una tarea que sabemos, gracias a la neurociencia, es posible, si se trabaja adecuadamente.
Y aunque parece desconcertante y desafiante transformar la cultura de una organización, la gestión de cambio y los expertos nos han enseñado técnicas y procesos que facilitan dichas transformaciones. Hay profesionales especializados que se han preparado por décadas para facilitar que estos cambios en las organizaciones sean reales, eficientes y con resultados medibles.
Cómo Transformar la Cultura Organizacional
Sin duda, el primer paso para transformar la cultura organizacional es realizar un diagnóstico exhaustivo del ambiente laboral de la organización. Esto incluye encuestas de clima laboral, baterías psicosociales, evaluaciones 360 y entrevistas con empleados claves de todas las áreas y generaciones. Este tiene como objetivo identificar los puntos de fricción, y el gap que existe en el estado actual y el estado deseado de la cultura organizacional. En otras palabras las oportunidades de mejora y las actividades que deben implementarse cómo input para iniciar el proceso de gestión de cambio.
La gestión del cambio, en términos muy generales, consiste en preparar, equipar y apoyar a las personas para que adopten con éxito los cambios de normas, procesos, valores y los nuevos acuerdos que nacen del proyecto de transformación. Este proceso implica una serie de pasos y estrategias para asegurar que las personas estén listas para aceptar no sólo los cambios que llegarán a la compañía, sino a ejecutar los cambios que ellos mismos deben implementar, asegurando que se hagan de manera efectiva y sostenible.
Acompañando a la gestión de cambio, viene una comunicación clara y constante. Un pilar fundamental para generar interés al comunicar de manera precisa el porqué y el cómo del cambio. Pero esta comunicación debe ser de dos vías, no sólo informando lo que los líderes o el equipo de gestión de cambio desean, sino abriendo la oportunidad de que las otras personas, incluso fuera de la organización, tengan también una voz. Una comunicación clara ayudará a que todos comprendan la necesidad del cambio, especialmente que sepan que hacen parte del proceso, ya que cada interacción es una oportunidad de escucharlos y retroalimentar el sistema de gestión cambio.
Lo Líderes Como Impulsores de Cambio Organizacional
El liderazgo y la preparación de los líderes juegan un papel fundamental en la transformación cultural de una organización. Los líderes deben tener una guía clara para adoptar un modelo de “confiar e inspirar”, empoderando a sus equipos y fomentando un entorno de colaboración y apoyo mutuo. Este enfoque contrasta con el modelo tradicional de “mandar y controlar”, que es menos efectivo en el entorno actual caracterizado por su volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA).
Adicional a confiar e inspirar, los líderes deben hacer la tarea de cultivar empatía y compasión, no sólo con ellos mismos sino también con sus empleados. Comprender y enfrentar las preocupaciones y necesidades de las personas y sus empleados, es un requisito fundamental en la implementación de cambios y la transformación cultural.
Cómo se ve una Cultura Organizacional Adaptada a todas las Generaciones?
Una cultura organizacional adaptada a las nuevas generaciones y que entiende que también debe apoyar a las generaciones anteriores a adaptarse al nuevo mundo tecnológico y social, serán atractivas para todos. No sólo para atraer nuevos talentos, sino que también aquellos que llevan más tiempo y que tienen el conocimiento profundo de la organización no quieran irse.
Mientras que las nuevas generaciones están buscando compañías dinámicas, ágiles y dispuestas a implementar cambios disruptivos y rápidos para ofrecer flexibilidad, oportunidades de desarrollo personal (no solo profesional) y un propósito claro; las antiguas generaciones necesitan métodos, herramientas y coaching para adaptarse a las nuevas tecnologías y a las necesidades que las nuevas generaciones buscan. Se requiere de un trabajo personal importante para actualizar su mente y abrirse a nuevas formas de actuar y trabajar.
Beneficios del Cambio
Una cultura organizacional más abierta y flexible, y preparada para todas las generaciones, fomentará la innovación y la creatividad. Se convertirán en lugares donde todos los empleados, sin importar su edad o su experiencia, se sentirán más libres para compartir ideas, y proponer nuevos cambios. Lo que sin duda conducirá a soluciones disruptivas y a una ventaja competitiva en el mercado.
Una organización donde se fomente la innovación y la creatividad también hará que los empleados se sientan valorados y más comprendidos, ya que sus ideas y contribuciones son escuchadas y apreciadas. Aspectos fundamentales para que las personas entiendan que hacen parte importante importante y que pueden agregar valor.
Cambiar la cultura organizacional para adaptarse a las nuevas generaciones y a los avances tecnológicos, sin olvidar las generaciones más antiguas, es esencial para el éxito de cualquier empresa que quiera permanecer a largo plazo en el mundo actual.
Y aunque es un cambio ambicioso, es tan esencial como el cambio y la actualización tecnológica que todas las compañías buscan. Y puede implementarse siempre y cuando se utilicen los métodos y las herramientas disponibles, como un diagnóstico cuidadoso, una gestión del cambio efectiva, una comunicación efectiva de doble vía y el desarrollo de un liderazgo inspirador y empático.
Al hacerlo, las organizaciones no solo mejoran su ambiente laboral, para atraer y retener nuevo talento, sino que fomentan la innovación y la creatividad que las organizaciones tanto necesitan en un mundo VUCA.