Nuestro equipo de InsideUP ha venido trabajando en encontrar un propósito que nos mueva y que nos represente a todos. Y aunque la mayoría somos Coaches de Vida y Coaching Ejecutivos, y pareciera que nuestros propósitos son muy similares y por lo tanto sería una tarea sencilla, no ha sido un camino tan directo.. Encontrar la razón de lo que hacemos, el por qué, es complejo porque no vienen directamente de la tercera dimensión, es decir no viene de lo que podemos ver y tocar, ni de lo que hacemos, ni del cómo lo hacemos. Viene de las emociones más profundas, del corazón, de esas dimensiones del ser que no necesariamente son fáciles de ver. Además, el propósito debe ser claro y debe ser conciso, además de ser muy específico, pero que a la vez nos represente a todos.
Y por qué encontrar un propósito colectivo, en el universo empresarial es tan importante? Porque, más allá de las estrategias y los planes meticulosamente trazados, el propósito puede esconder el secreto que define el verdadero éxito. Un concepto, que ha cobrado relevancia en los últimos años, revela una verdad fundamental sobre lo que impulsa a las personas y a las empresas que logran diferenciarse de las demás para lograr el éxito.
Y así estés de acuerdo o NO, porque cada vez más estudios comprueban la importancia del propósito para encontrar la felicidad en las personas, al parecer ahora también las empresas deberían encontrar una razón de existir más allá de la simple búsqueda de beneficios monetarios. Y esta razón, éste propósito, no necesariamente tiene que ser una contribución o el bienestar de la sociedad. Sino una razón que conecte con las emociones de las personas. No con el objetivo principla de aumentar las ventas sino para inspirar a los empleados, y a todos aquellos que tengan un stake en la compañía.
El propósito y la Relación la Tomamos las Decisiones
Por ejemplo, el porqué de Apple según el conferencista Simo Sinek se describe como:
“Creemos en desafiar el statu quo en todo lo que hacemos. Creemos en pensar de manera diferente. La forma en que desafiamos el statu quo es haciendo que nuestros productos sean hermosamente diseñados, sean simples de usar y amigables para el usuario. Simplemente sucede que fabricamos excelentes computadoras. ¿Quieres comprar una?”
Como puedes ver, éste propósito, no necesariamente conecta con un propósito SOCIAL o AMBIENTAL, pero conecta con las más profundas emociones de algunos individuos, incluso del ego y quizá algo que simplemente la civilización necesitaba para avanzar tecnológicamente. Un propósito que puede que no esté escrito en la estrategia y las políticas de la compañía, pero que todos podríamos comprender que es la razón de ser de Apple.
Ese concepto, de la importancia del porqué hacemos las cosas, también conocido cómo el Círculo Dorado, es un modelo conceptual muy poderoso para el liderazgo corporativo e incluso social. Este principio destaca la importancia del “propósito” en la comunicación y liderazgo efectivos, que consiste en tres círculos concéntricos: el “por qué” en el centro, rodeado por el “cómo” y el “qué”. Sinek argumenta que las organizaciones innovadoras y líderes inspiradores primero deben comunicar su propósito central (por qué), luego explican cómo lo hacen y finalmente qué productos o servicios ofrecen.
Esta secuencia resuena más profundamente con las audiencias al apelar a sus emociones y valores fundamentales, lo que les inspira a actuar y les crea lealtad hacia la marca o el líder. Sin embargo, el círculo dorado, tiene una influencia superior a la psicología, ya que su explicación se fundamenta en la biología o la neurociencia. El “por qué” del círculo, que representa el propósito central, está en el centro del cerebro, es el sistema límbico, la parte del cerebro responsable de las emociones, la toma de decisiones y la formación de vínculos emocionales. Por lo que es fundamental para inspirar y motivar a las personas.
Mientras tanto, el “cómo” y el “qué” están más asociados con la neocorteza, la parte del cerebro responsable del pensamiento racional y analítico. Y, aunque la neocorteza procesa información racional, son las emociones del sistema límbico las que finalmente impulsan el comportamiento humano. Por lo tanto, al comunicar primero el “por qué”, activamos el sistema límbico, lo que nos lleva a tomar decisiones y acciones basadas en nuestras creencias y valores más profundos.
El Propósito como Motor de Innovación y Liderazgo
Es el propósito de Apple, lo que realmente los diferencia de los demás: No hay duda de que todas las otras empresas de tecnología contaban con el mismo acceso a recursos y profesionales capacitados para sacar una empresa adelante. Y aunque algunos piensen que Apple tenía a Steve Jobs y las otras NO, su creatividad y el liderazgo venían del propósito que tenía arraigado en su ser el fundador de la marca. Por lo que sin duda marcó la clave para lograr lo que logró y transformar el mundo de la tecnología para siempre.
Las empresas que en el siglo XXI siguen pensando que el propósito empresarial es únicamente generar ganancias cómo dijo Milton Friedman en los años 70, se quedaron literalmente en el siglo pasado. Las nuevas generaciones necesitan propósito, necesitan un “por qué” claro y real para poder ser motivados. Las ganancias se convirtieron en el “output” de lo que hacemos, en el resultado de hacer las cosas bien, en el producto de hacer las cosas con propósito, pero ya no es el objetivo principal.
Conectar el Propósito Empresarial con los Corazones de los Empleados
Cómo mencioné anteriormente una empresa con propósito no solo atrae a clientes, sino que también inspira a su gente. Por ejemplo, Apple no es una empresa atractiva únicamente para el consumidor final. Es una empresa atractiva para trabajar, para invertir y para liderar los cambios en este sector industrial. Cuando los empleados y los stakeholders se alinean con el propósito de la empresa, encuentran un sentido más profundo en su trabajo o su conexión con la empresa. El valor agregado del propósito es importantísimo para sus motivación personales y los resultados de la empresa.
No obstante, más allá de buscar y encontrar el propósito, se trata de construirlo. Porque no es que el propósito esté perdido en la empresa y tengamos que adivinar en dónde está. El propósito viene de la historia empresarial, de sus fundadores, y del espíritu de sus líderes actuales. Se constituye de los pilares en la que se ha fundado la empresa y de la ilusión de aquellos que la imaginaron por primera vez. El propósito es casi como el ADN de la compañía, difícil de ver, pero que puede manifestarse en todo: su misión, sus valores, y su cultura.
El Propósito Empresarial cómo Diferenciador Competitivo
Y a pesar de que en el camino los valores con lo que la compañía se fundó por primera vez ya no sean tan visibles, y el propósito del espíritu con el que está caminando el presidente actual de la compañía sea diferente al del resto de la organización. Construir el propósito se convierte en un desafío monumental en un mundo con cada vez más distracciones y demandas, pero un viaje que vale la pena
En el propósito empresarial puede residir la clave de la transformación de la cultura organizacional que las compañías están necesitando para adaptarse mejor al mundo actual y los cambios impredecibles que éste traerá. Cuando el propósito empresarial se define y se integra en la cultura organizacional, se convierte en el faro que transformará y guiará todas las acciones y decisiones. Desde la contratación hasta la estrategia de marketing, cada aspecto de la empresa se alineará a este.
Sin embargo, aquí está el secreto más importante; al construir un propósito adecuado no es necesario ser forzado para que la gente cambie de mentalidad, porque la clave es que el propósito ya viene de quienes han construido la empresa, las emociones, y el corazón de las personas. Por lo que simplemente será una de las fichas claves para que todos en la compañía se unifiquen y comiencen a vibrar por lo mismo y hacia lo mismo.
El Propósito Empresarial como Clave del Éxito
Adicionalmente, en un mercado saturado de opciones, el propósito empresarial se está convirtiendo al lado de la estrategia en un ventaja competitiva definitiva. Ya no se trata únicamente del qué queremos alcanzar y del cómo lo haremos, sino también del por qué lo hacemos. Mientras más pronto se construya ese propósito auténtico, más pronto te comenzarán a reconocer por él. Trayendo beneficios, para la compañía en general, tanto en la consecución de los clientes y su crecimiento, cómo en la motivación de su gente.
Ya sabes que el propósito empresarial va más allá de las ganancias, y no necesariamente se trata de hacer algo por el mundo sino que se trata de algo que inspire a las personas y en lo que todos se sientan identificados. El propósito empresarial no solo define la brújula principal de una compañía, sino que también impulsa su éxito y el impacto en su gente.
Al alinear el propósito con las emociones más profundas de las personas y al integrarlo en la cultura organizacional, las empresas pueden inspirar a sus empleados, atraer a sus clientes y diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo. Construir un propósito auténtico, puede sonar complejo, pero es un viaje que vale la pena, ya que transforma no solo la empresa, sino también a quienes forman parte de ella, guiándolos hacia una vida más significativa y próspera.